Constantino Peláez Fernández
Constantino Peláez nace en Villanueva (Boal) en el año 1879.
Cuando tenía 15 años emigra a Cuba, instalándose en La Habana donde comienza a trabajar en una panadería hasta que en 1907 se asocia con otro emigrante de Gran Canaria y constituyen la sociedad “Rodríguez y Peláez” para abrir el negocio llamado La Flor del Pilar y dedicado a panadería, confitería y tienda de víveres y bebidas.
Por ese afán que caracterizaba a la colonia emigrante de reunirse y relacionarse con sus paisanos, Constantino es uno de que en el año 1911 fundaron la Sociedad de Instrucción Naturales del Concejo de Boal, junto con Celestino Álvarez, también de Villanueva. Además, es uno de los promotores de la construcción de la carretera Boal-Villanueva, idea que surge en una reunión mantenida por boaleses en Cuba conmemorando la fiesta del patrón de Villanueva (San Bartolo) y que, un tiempo después, se materializa gracias al afán y tesón de Constantino y Juan Álvarez. Constituido el comité pro-carretera, se nombra presidente a Constantino, encargado de la recaudación de fondos y el envío a Boal, dice el reglamento “mientras esté entre nosotros”, lo que da a entender que este ya planeaba su regreso a casa.
Hacia 1917 regresa a Boal y pasa a ser el apoderado de la Sociedad de Instrucción en el concejo realizando un esmerado control de remesas enviadas y la supervisión de la construcción de las escuelas. En los años 20 fue alcalde de Boal (1924-1927), volviendo a ocupar la alcaldía tras las elecciones de 1933 a las que concurrió como miembro del Partido Republicano Radical. En Boal reside en compañía de su familia (esposa e hijos) hasta su fallecimiento.