Natural de Boal, hijo de Francisco Sánchez y Damiana Santa Eulalia, emigró a Cuba en 1893 a los 12 años de edad. Desde su llegada a la isla, siempre estuvo vinculado a los negocios del azúcar, llegando a ser Administrador general de Central Manatí. Esta vinculación con los ingenios de la caña le llevó a conocer a la que fue su esposa, Doña Rosalía de la Cruz, cuyos padres fueron naturales de Ribadeo y también estaban vinculados al negocio del azúcar.
José Benito tuvo cinco hijos con Rosalía: Orlando, María, Rosa, Luis y Benito, que murió a edad muy temprana.
En el momento en el que sus circunstancias económicas se lo permitieron, José Benito mandó construir una casa para sus padres y sus tías: Villa Damiana. En uno de los viajes a Boal con su esposa e hijos, Rosalía se sintió muy abrumada observando el sufrimiento físico de las mujeres lavando la ropa en el río. Habló de esto con su marido, y tras la prematura muerte de su esposa, José Benito mandó construir el Lavadero de Boal en memoria de la misma. La inauguración de la obra se celebró con un gran almuerzo en la Fonda La Paca el 6 de Septiembre de 1924.
